Y ni mi palabra ni mi predicación fué con palabras persuasivas de humana sabiduría, mas con demostración del Espíritu y de poder; Para que vuestra fe no esté fundada en sabiduría de hombres, mas en poder de Dios. ".
Predicar el Evangelio no tiene nada que ver con el perfil. Predicar el Evangelio no tiene nada que ver con los métodos. Predicar el Evangelio no tiene nada que ver con el talento individual. La predicación del Evangelio tiene que ver con una cosa: a Jesucristo, y á éste crucificado.
Pablo, uno de los más grandes evangelistas de todos los tiempos, no trató de utilizar cualquiera de los métodos de evangelización que creemos ser fundamentales. Pablo no enmascara el mensaje con apelaciones emocionales. Pablo predicó lo que fue el escándalo: Cristo, y á éste crucificado. Pablo experimentó la cruz, y habló de esta cruz; crucificado con Cristo, permitió que la vida de Jesús fluyese a través de él.
Permanezca en la paz de Jesucristo!
Saulo Oliveira Santos.
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